viernes, 28 de marzo de 2014

Técnicas respiratorias, sus raíces y filosofía.



Breves orígenes y generalidades de las técnicas respiratorias.

La historia oficial del de las técnicas respiratorias ( popularizadas hoy en día con el nombre chino de Qi Gong) se remonta aproximadamente 5.000 años. Otras investigaciones y hallazgos arqueológicos incluso le atribuyen una antigüedad de aproximadamente 10.000 mil años. Siendo totalmente sinceros, no se tiene registro de cual es el origen de estas prácticas. Sus primeros maestros y difusores lo utilizaban como método de transformación alquímico-interno para el desarrollo personal mediante la comunión con las fuerzas del cosmos.  Es una práctica desarrollada por antiguos sabios que se basa en la observación de la forma en la cual se mueve el universo y sus leyes y como estar en concordancia con las mismas. Cabe destacar que muchas civilizaciones ancestrales tuvieron conocimiento de esta energía fundamental que se encuentra en todas las cosas, por ejemplo los griegos la llamaban "pneuma", los hindúes "prana", los japoneses "Ki", y también fue conocida por los eslavos, egipcios y diferentes culturas de la Mesopotamia.  Todas estas culturas practicaron ejercicios para desarrollar y controlar esta energía. Incluso fue muy popular entre los monjes cristianos del Monte Athos (Grecia) en la tradición que se conoce como hesicasmo. Por otra parte, lo mas probable es que las técnicas respiratorias tengan raíces muchísimo mas antiguas y hallan sido herencia de civilizaciones ancestrales que desconocemos, hoy perdidas u ocultas.
La cultura china se encargó de estudiar estos movimientos de la energía universal y clasificarla con mucha precisión. Se escribieron muchísimos tratados al respecto y así se dilucidaron principios que dieron origen a la medicina tradicional de este pueblo. Hoy en día esta cultura es la que ha mostrado mas abiertamente y expandido este conocimiento a lo largo del planeta, por lo cual conocemos actualmente estas prácticas ancestrales con el nombre de Qi Gong. Este nombre se podría traducir como "trabajo energético". Cabe destacar que todo en el universo es energía, no nos referimos a algo imaginario o a una idea abstracta. En el Qi Gong se contemplan básicamente tres clases de energía. El Qi Celestial, el cual es la energía que proviene de los astros y el mundo espacial y desciende a través de la atmósfera hasta la Tierra. Es la influencia que ejercen los astros sobre este mundo.  Luego esta el Qi Terrestre que recibe la influencia del primero, y que es la fuerza que proviene de nuestro planeta y las leyes naturales que configuran este lugar que habitamos. Y por último esta el Qi que posee y emite cada ser vivo, en nuestro caso nos interesa el Qi Humano. El Qi de todo ser vivo busca el equilibrio con el Qi de los mundos superiores e inferiores es decir Cielo y Tierra. Las prácticas del Qi Gong tienen como objetivo principal estar en armonía con estas energías y mezclarlas en uno mismo. El hombre tiene la capacidad de ser el equilibrio y conector entre las energías del Cielo y la Tierra.
Por otra parte hay gente que se dedica al estudio específico de un tipo de Qi como por ejemplo el estudio del Qi Celestial y su influencia sería la Astrología. El estudio del Qi Terrestre contiene disciplinas como la gematría o el Feng Shui. La medicina tradicional y la acupuntura,  y las técnicas respiratorias en el modo general en que las practicamos, son ejemplos del estudio del Qi Humano.
El Qi Gong se extendió desde tiempos remotos, siendo adoptado y desarrollado por monjes y místicos de diferentes tradiciones como el Taoísmo, el Budismo y el Cristianismo, por artistas marciales y por médicos. Por lo tanto se fueron formando diferentes estilos, que se diferenciaron por los usos y finalidades que se le dieron al estudio de la energía humana. Tenemos Qi Gong para la salud y la longevidad, para lograr habilidades de combate, con fines espirituales del desarrollo de la conciencia y los cuerpos sutiles, etc.  Aunque cabe destacar que sea cual sea la razón por la que lo hagamos con cualquier sistema o estilo de Qi Gong de hoy en día podremos beneficiarnos en todas las áreas. Nuestra práctica nos proporcionará beneficios en todos los aspectos de nuestro ser. Hoy en día somos muy afortunados de que estos conocimientos hallan sido liberados a la humanidad general, ya que hasta hace muy poco no era enseñado a los laicos. Era mas bien guardado y practicado solamente en la vida monástica de los miembros internos de las distintas tradiciones nombradas anteriormente. Esto es debido a que el verdadero Qi Gong no se trata únicamente de ejercicios para mejorar la salud, sino que es un método de cultivación interior para elevar el nivel del carácter moral y el nivel del conocimiento acerca de las leyes bajo las cuales funciona la Creación.
De este modo, el verdadero practicante de Qi Gong no practica para mejorar su salud sino para elevar su caracter moral y su nivel de conocimiento buscando primeramente mejorar su destino a través de la limpieza de sus acciones pasadas y por último alcanzar la iluminación o realización a través de un constante trabajo contra la esclavitud impuesta por el propio ego o personalidad. Esta clase de Qi Gong hoy en día no es practicada por la sociedad en general y esto también es de acuerdo a las leyes ya que ese tipo de Qi Gong es muy elevado y no es para las personas comunes. Las personas comunes también son necesarias para que la sociedad humana funcione normalmente. Por lo tanto hay dos clases de Qi Gong, uno es para la salud y otro para la cultivación interior, el cual está destinado a aquellas personas que están interesadas en abandonar el Mundo de la Ilusión o La Vida Mecánica.



El símbolo del Tai chi, sinónimo de Taoísmo.

Tai chi es otro de los nombres con los que se conoce al mecanismo de funcionamiento del Tao, es decir la energía fundamental que sostiene todas las cosas, el camino o la forma en la cual se mueve el universo según la cosmovisión china. El símbolo del Tai chi (yin-yang) ilustra los procesos del universo. El practicante de Qi Gong estará trabajando en concordancia con esos procesos y por lo tanto manifestando una unidad con los mismos. Esto lleva al practicante a ponerse en resonancia con una sabiduría que es incluso anterior a la propia raza humana tal como la conocemos hoy en día.
Se sabe que todo lo que se mueve en contra de los principios y ciclos del universo pronto tiende a deteriorarse y posteriormente desaparecer. Por eso es que practicando el Tai chi (aquí no hablo del arte marcial, sino del modo de vida de acuerdo a las leyes universales) y viviendo recordando este camino, uno puede actuar de la misma forma que actúa el universo diseñada por el Creador. Por lo tanto su salud y mente se verán beneficiadas y por consecuencia se produce la evolución de la conciencia, mejora de la calidad de vida y se tiende a la longevidad. El símbolo que llamamos Tai chi a simple vista nos muestra equilibrio, llevar una vida equilibrada y armónica evitando los excesos. Nos habla de la interacción de los opuestos y la conciliación de los mismos en todo proceso de vida y de existencia. Desde el punto de vista del Taoísmo, este símbolo nos muestra la naturaleza no manifestada (yin) expresándose y materializándose, dando lugar a lo que conocemos como realidad o existencia manifestada (yang) en un ciclo constante. El Tao es infinito e ilimitado, el Tao es todo lo que tenemos, vemos, utilizamos, sentimos, somos nosotros mismos, es este instante que tenés en frente tuyo ahora. El Tao es la fuerza que da origen a la existencia misma y es la existencia misma. Para comprenderlo mejor, se utilizaron los conceptos de "inmanifestado" y "manifestado", pero en realidad ambos son el mismo Tao. Es lo que existe por si mismo. Esta es la razón por la cual algunos monjes del Zen dibujan simplemente un círculo, haciendo alusión al ciclo pero no dividiendo los procesos dentro de él. En resumen se puede decir que Tao es el Creador, y que el Creador también está presente en todas sus creaciones, por lo tanto Dios está en todos lados porque Dios es el Creador y la Realidad Creada al mismo tiempo.
Todo nace del "vacío" (Wu ji). Este es un concepto que se utilizan para referirse a la parte no manifestada del Tao, ya que esa parte, va mas allá de lo que nosotros podemos captar con nuestros sentidos, mente e incluso comprensión. Incluso se le llama la eternidad, porque está fuera del ciclo del tiempo. También se le llama la no-forma. Desde este "vacío", "espacio" o eternidad en donde todo ya está pre-figurado, se emite una vibración primordial. Esa vibración empieza a tomar propiedades (surgen las fuerzas opuestas), esa vibración se va ralentizando y densificando, las fuerzas se van entremezclando. Cuanto mas se densifican las vibraciones, mas definidas y materialmente densas se hacen, y eso es lo que conocemos como realidad. El mundo físico en el cual vivimos y del cual también nuestro propio yo forma parte. Esta aparente trinidad que componen el Wu ji, el Yin y el Yang es lo que se conoce como Tao o Dios.


Por otra parte, esta realidad física es de naturaleza Yin o femenina ya que es receptora de la energía que proviene de los planos superiores o menos densos vibracionalmente, los cuales influencian y alimentan la vida de la realidad física. Las ondas vibracionales que se densificaron y ralentizaron, constantemente siguen recibiendo ondas mas rápidas y ligeras, como si fuesen olas del mar que nutren la orilla. Algunos autores de textos del taoísmo o el budismo zen comparan este proceso con un valle vacío que recibe la fuerza e influencia del Tao para empezar a tomar forma, por eso se le dice "El Dios del Valle".
El símbolo del Tai chi muestra que todas las cosas tienen su lado yin y yang, hasta incluso dentro del yin hay un poco de yang, y dentro del yang un poco de yin. Todo es relativo, se mezcla y se retroalimenta constantemente.
Algunas características mas prácticas y sencillas a las cuales nos invita la forma de vida que sigue los principios universales reflejados en el símbolo del Tai chi son la relajación, suavidad, flexibilidad, contemplación, equilibrio, adaptación, constancia, explosividad cuando es requerida, armonía, el no juzgar. Ver las cosas simplemente como son y no con pre-conceptos mentales o sensoriales que vienen de nuestra experiencia o educación. Es decir, tratar de ser objetivo.
Hay que recordar que el Tai chi también dió forma a un arte marcial que lleva su nombre, de apariencia suave pero de potencia letal y feroz cuando la utiliza un gran exponente. ¿Pero no es que el Tai chi es pacífico? Preguntarán algunos.
Un guerrero es simplemente aquel que busca la verdad moviéndose con el fluir del universo y tiene el coraje de atravesar todos los obstáculos que se le presenten en la vida aceptando su presente. Con esto quiero explicar que mucha gente tiene un estereotipo del practicante de Tai chi o el practicante de filosofías orientales como el Budismo o el Taoísmo como alguien que nunca se enoja, que siempre es amable, muy correcto, etc. Esto es cierto y a la vez no, el universo presenta múltiples facetas arquetípicas de comportamiento. No hay nada que este mal o bien según la filosofía del Tao. Uno trata de evitar las actitudes negativas que llevan a la destrucción de los demás y de uno mismo, pero si se presenta una situación de vida o muerte en donde hay que pelear, se pelea. Una frase del famoso filósofo taoísta chino Chuang Tzu dice: "No te muevas hasta que estés obligado a hacerlo". Esta frase tiene un significado aún mas profundo, habla del hacer sin hacer. Pero también se puede aplicar a lo dicho anteriormente.
La clave de la enseñanza Taoísta es la aceptación total y por tanto la adaptación a la situación. Tal como lo hacen las especies mas antiguas del planeta que aún siguen sin extinguirse.
Por otra parte, la bondad no es realmente bondad si uno se enorgullece o se jacta de ser bueno. Esto sería falso y mas bien motivado por condicionamientos sociales que nos dicen que haciendo determinada cosa uno es "bueno" o "malo". El que verdaderamente es bueno, lo es porque no tiene opción. Simplemente le nace. No lo piensa, simplemente es así su naturaleza. Sigue un accionar que le surge de su interior.
Cuando uno medita y practica cualquier camino de comunión con el universo o con la fuente, surge espontaneamente una "moral ancestral". Esto se refiere a que no hace falta que nos digan que no debemos matar o violar porque "está mal" o porque sino nos pondrán en la cárcel. Simplemente lo sentimos y lo sabemos. Recordamos que el otro es otra parte de mi mismo, un igual. Otra manifestación del mismo espíritu que anima todas las cosas ¿Cómo podríamos querer hacernos daño a nosotros mismos? Es por eso que la gente "mala" simplemente hace las cosas que hace por falta de conciencia, no son capaces de ver las consecuencias de sus actos.  Con respecto a esto es interesante ver que en el occidente hace dos mil años Jesús decía: "Padre, perdónalos, no saben lo que hacen".
La filosofía taoísta hace incapié en no interferir de forma activa en el curso de los acontecimientos del mundo. Por lo tanto no se intenta convencer a nadie acerca de como vivir, querer cambiar a otros ni nada por el estilo. Solo se vive y se deja vivir. Se deja que cada cual evolucione a su ritmo y siga su propia búsqueda, y si no sigue ninguna, también está bien.
En el universo todo está en armonía  aunque a veces parezca lo contrario. Por lo tanto, alguien que sigue el Tao solo se ocupará de su propio camino. Es por eso que pienso que la faceta marcial del Tai chi surge solo como medio de defensa o precaución ante la inconsciencia de otros.
Hay que recordar también que uno de los pilares del taoísmo es no juzgar a otros, ni a nosotros mismos, ni a los acontecimientos. Todos son el Tao, solo que unos están mas cerca de recordarlo que otros. Pero al fin y al cabo todos llegarán en algún momento. Se pueden tardar meses, años o vidas enteras. Los que hoy son criticados, mañana serán sabios y viceversa. Todo es un ciclo de constante cambio.
En el taoísmo se considera que el mundo es un holograma personal ilusorio creado justamente por nosotros mismos (El Tao) en un nivel sutil o plano superior  con el fin de estimularnos a emitir mas energía fundamental. Es decir que se crea el holograma de la realidad como "campo de juego" o tablero en el cual se produce el desarrollo de los hechos, la vida misma, para estimular el proceso evolutivo del Gran Ser. Lo cual estimula a los seres a crecer  y desarrollarse y cuando los seres hacen esto, el Tao también crece y se desarrolla porque los seres son el Tao mismo. El adjetivo ilusorio no es peyorativo, es una hermosa y valiosa ilusión. Es por esto que cada hecho "bueno" o "malo" es un catalizador que nos estimula a emitir mas energía. El Tao crea los hologramas (mundos) y los hologramas alimentan al Tao. Este es el ciclo al que se refiere el maestro del Zen Dogen cuando dice "Los colores son justamente el vacío, el vacío es justamente los colores". "Vacío" es sinónimo de Tao.
En resumen, nadie es responsable de lo que es, el Tao crea el holograma. "El propio yo" (el cual es solo una idea, usted es mucho mas que su nombre o personalidad), el cuerpo, las emociones, pensamientos y objetos no le pertenecen a usted, son una manifestación del Tao y catalizador para estimularle a vivir la vida y emitir energía fundamental (amor). Usted no puede controlar el holograma de forma activa, solo puede hacerlo aceptándolo y amándolo.
El Qi Gong también es meditación en movimiento. Es decir que al observarse a uno mismo y al momento presente, se va amplificando nuestra conciencia, nuestra visión y entendimiento de la vida. Uno se empieza a integrarse en el cuadro de realidad que está viendo, se empieza a acordar de que está vivo aquí y ahora, y empieza a percibir que hay una fuerza o energía que es la que nos mantiene vivos y en existencia. También se tiende a ser mas objetivo y compasivo naturalmente y eso no nos parece ni bueno ni malo, simplemente nos surge. Simplemente nos parece que es lo mas normal, lógico y natural ser así. Por medio de aprender a no juzgar lo que se percibe solo basándonos en lo que nos dicen nuestros sentidos y nuestra mente, los cuales pueden ser muy engañosos ya que están sujetos a puntos de vista subjetivos relacionados a vivencias propias, y además son limitados porque no pueden percibir todo el espectro de ondas que conforman la realidad. Se trata de amplíar el nivel de percepción y la vez retornar a un estado de inocencia natural similar al de un bebé.
El Taoísmo considera a los bebés y a los niños en temprana edad como reflejo de la energía en su estado puro o fundamental, antes de que se desarrolle la personalidad o una postura necesaria para lidiar con el mundo. La expresión que los taoístas utilizan para referirse a esto es hermosa: "Un bloque sin tallar". Todos conocemos la espontaneidad de los niños y sus acciones sinceras, las cuales muchas veces al ser observadas analítica o mentalmente en términos de "justicia" (otro invento de la mente dualista) suelen ser consideradas crueles. Pero simplemente el niño suele decir y hacer lo que le nace naturalmente sin ninguna inhibición cultural y sin tener en cuenta reglas impuestas por la sociedad. También son conocidas sus acciones de amor y compasión instintivas hacia otros seres que les surgen naturalmente sin que nadie se las halla enseñado. Pero en fin, más allá de que los niños también tienen propiedades que se podrían llamar "diabólicas". Aquí la expresión "bloque sin tallar" se refiere al estado totalmente pasivo del niño, en el cual se deja moldear por sus superiores abiertamente y plenamente. Esto en la vida adulta es una decisión consciente de abrir el corazón para dejarse moldear por los cosmos superiores sin dejar que la propia mente dualista intervenga. Para terminar de ilustrar todo esto, citaré el capítulo XVIII del Tao Te King de Lao Tse:


"Después de que el Gran Tao ha caído en desuso, tenemos "la moral del amor" y su reglamento.
Después de que aparecieron el discernimiento y la inteligencia del hombre, tenemos una gran hipocresía.
Después que las seis relaciones no están en armonía, tenemos el deber filial de los hijos y el "amor" misericordioso de sus padres.
Después de que el Estado se ha oscurecido y caído en desorden, tenemos ministros leales".

Explicación de este capítulo por Naoto Matsumoto:

"Mucha gente ya no cree en el Taoísmo, por eso inventaron "la moral del amor", la cual no tiene nada que ver con el verdadero amor.
Debido a la inteligencia y el discernimiento entre el bien y el mal, necesitamos la hipocresía. Cuando estamos en armonía no necesitamos ni el deber ni la misericordia.
Si su organización o empresa no está funcionando bien, se dará cuenta de eso porque tendrá personas que le dicen Amén a todo".

(Monjes taoístas practicando en un templo de Wudang Shan).


Agustín Florio